Hace algún tiempo me contaron la historia de que con la gente había que utilizar la táctica de la zanahoria + el látigo, básicamente es algo así como que la gente al igual que un burrito necesita de zanahoria (algo que lo motive y lo mantenga contento) y un látigo (algo a lo que le tenga miedo, que le recuerde el compromiso), para mantenerse caminando, avanzando, funcionando.... trabajando... qué sé yo? yo sólo escuchaba... En aquel momento me dio rabia el cuento del látigo... digo si yo me voy moviendo, voy avanzando, llevo mi carga... por qué carajos le van a recetar uno látigo? Pero bueno... me dije cosas de simios de sabana :P Hasta que un día de estos me sorprendí usando la misma metáfora y me decía es que cómo voy a sobrevivir a punta de látigo? una burrita necesita zanahoria! no sé puede seguir si siempre te dicen que estás mal y cuando haces algo bien no hay zanahoria... y fue entonces cuando dejé de ser una burra... Me di cuenta que hasta peor que el látigo puede ser la ben...
Siempre he comido naranjas con sal. Con el tiempo he descubierto que es algo peculiar. Sin embargo no me molesta que ve vean raro, o me digan que estoy loca y a pesar de haber tratado otras formas no cambio la mía. Así que, después de algunos años de vivir lejos de mi pueblo: Naranjo...naranja con sal es un recordatorio de quién soy, de donde vengo, de ser como soy, de que todos vivimos diferente. Y así son los escritos aquí: para mí, para nadie, para los aventureros, para el que quiera leer.