Soy buhonera y les voy a contar mi historia, creo que sucedió porque nunca encontré zapatos que me calzaran, y no se puede decir que nunca lo intenté, si es más, esa es una de mis manías, que nadie me pueda echar en cara que no lo intento, como si a la gente le importara lo que hago, como si intentarlo excusara mis fracasos. Y no se crean que están leyendo las locuras de una vieja chocha, que sé del mundo, y sin ánimos de ofender tal vez más que ustedes. Fui a la universidad, claro, en ese entonces no sabía tanto como ahora y se suponía que ahí me iban a enseñar lo que se necesita para vivir bien, claro, le enseñan a uno como sobrevivir, siendo uno más de una manada, siguiendo lo que todo el mundo espera. Yo terminé mi carrera como se esperaba y salí a buscar un trabajo, como se esperaba también, encontré inmediatamente, ya les dije, soy buena en lo que haga, porque me empeño en cualquiera que sea mi tarea. Pasé horas encerrada en una oficina, claro, yo me dije: si no me ...
Siempre he comido naranjas con sal. Con el tiempo he descubierto que es algo peculiar. Sin embargo no me molesta que ve vean raro, o me digan que estoy loca y a pesar de haber tratado otras formas no cambio la mía. Así que, después de algunos años de vivir lejos de mi pueblo: Naranjo...naranja con sal es un recordatorio de quién soy, de donde vengo, de ser como soy, de que todos vivimos diferente. Y así son los escritos aquí: para mí, para nadie, para los aventureros, para el que quiera leer.