En general, creemos que todos tienen las mismas oportunidades de triunfar dentro del mismo sistema. “Puedes ser lo que quieras, lograr lo que quieras siempre y cuando trabajes duro” nos dice siempre el llamado sistema de la meritocracia, cuando la verdad es que no podemos pretender que estemos siquiera jugando la misma cosa. El libro White Fragility de Robin DiAngelo me enseñó mucho sobre problemas sistémicos, sobre lo difícil que es entender que no podemos escapar del sistema, especialmente si el sistema nos beneficia. Porque que el sistema nos beneficie no quiere decir que no tengamos que trabajar, pero sí quiere decir que hay muchas ventajas que no podemos ver, porque las damos por sentadas y creemos que todos las tienen. Permítanme darles un ejemplo de una feria profesional para adolescentes en la que una vez fui mentora. Una de las chicas me preguntó cuántas acciones debería esperar al unirse a Google. ¿Cómo funcionan los bonos adicionales al salario? ¿Y cómo negociar su salario...
Siempre he comido naranjas con sal. Con el tiempo he descubierto que es algo peculiar. Sin embargo no me molesta que ve vean raro, o me digan que estoy loca y a pesar de haber tratado otras formas no cambio la mía. Así que, después de algunos años de vivir lejos de mi pueblo: Naranjo...naranja con sal es un recordatorio de quién soy, de donde vengo, de ser como soy, de que todos vivimos diferente. Y así son los escritos aquí: para mí, para nadie, para los aventureros, para el que quiera leer.