Uno de esos días en los que parece que no hay nada que hacer o simplemente no queremos hacer nada que implique el uso del cerebro. Me acordé de uno de esos inolvidades dibujos animados que veía en mi niñez. En realidad cuanto esta chiquitita no veía mucho tele, principalmente porque mi mamá me decía cosas para mantenerme lejos de la tele, me decía que se me iban a quemar los ojos y ese tipo de cosas... hasta me dijo que los pitufos me iban a secuestrar!!!! Pero bueno... esta es la fábula de la que me acordé... y me imagino que muchos también se acordarán...así que una vez más he aquí una de las memorias de mi ninez...
Siempre he comido naranjas con sal. Con el tiempo he descubierto que es algo peculiar. Sin embargo no me molesta que ve vean raro, o me digan que estoy loca y a pesar de haber tratado otras formas no cambio la mía. Así que, después de algunos años de vivir lejos de mi pueblo: Naranjo...naranja con sal es un recordatorio de quién soy, de donde vengo, de ser como soy, de que todos vivimos diferente. Y así son los escritos aquí: para mí, para nadie, para los aventureros, para el que quiera leer.