Los 15 de febrero me pongo nostálgica. Celebro el aniversario de mi primera clase de danza. Es imposible listar las formas en que ha cambiado mi vida desde ese martes hace 13 años. Ya ni siquiera vivo en el mismo país....Pero estoy 100% segura que la danza me cambió la vida. Imposible también listar las lecciones de danza para la vida, pero me abrió la mente a cosas nuevas y me ha dado amigos para toda la vida... Algunos desde hace 13 años. Hoy en particular me acuerdo de una de las canciones que usaba mi amada profe para mi clase https://youtu.be/n0bwRCOljgU me acuerdo cómo mi cuerpo esperaba la variación de esa canción, me acuerdo cómo vibraba antes de bailar (me acuerdo porque todavía pasa)...mis aniversarios de danza me recuerdan que el amor no es fácil pero existe...y compañeros poetas...como dice la canción...el amor tiene todos los derechos 🎶🎶🎶
En general, creemos que todos tienen las mismas oportunidades de triunfar dentro del mismo sistema. “Puedes ser lo que quieras, lograr lo que quieras siempre y cuando trabajes duro” nos dice siempre el llamado sistema de la meritocracia, cuando la verdad es que no podemos pretender que estemos siquiera jugando la misma cosa. El libro White Fragility de Robin DiAngelo me enseñó mucho sobre problemas sistémicos, sobre lo difícil que es entender que no podemos escapar del sistema, especialmente si el sistema nos beneficia. Porque que el sistema nos beneficie no quiere decir que no tengamos que trabajar, pero sí quiere decir que hay muchas ventajas que no podemos ver, porque las damos por sentadas y creemos que todos las tienen. Permítanme darles un ejemplo de una feria profesional para adolescentes en la que una vez fui mentora. Una de las chicas me preguntó cuántas acciones debería esperar al unirse a Google. ¿Cómo funcionan los bonos adicionales al salario? ¿Y cómo negociar su salario...
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